Dr. Marco Vighi: “Necesitamos profundizar la relación entre ciencia, economía, política y la gente”
Poseedor de una importante carrera científica y también de la experiencia de haber sido uno de los académicos que hace más de treinta años participó en la fundación del Centro Eula, el investigador principal del Instituto Madrileño de Estudios Avanzados (IMDEA) de España-, Dr. Marco Vighi, compartió sus recuerdos sobre ese hito y sus perspectivas para el futuro.
El académico italiano, que concretó una visita a la Universidad de Concepción en noviembre del año pasado para realizar -entre otras actividades- algunas clases sobre ecotoxicología, detalló durante esas jornadas cómo los efectos negativos de la actividad humana sobre los ecosistemas actualmente están siendo mejor normados en Europa, además de los desafíos de nuestro país en esa tarea.
“La situación en Europa los últimos años ha mejorado bastante en función de alguna ley en particular, como el marco que controla la calidad de los cuerpos acuáticos y las directrices sobre el control de sustancias químicas. Todo esto determinó un cambio importante en la calidad del medio ambiente europeo. Aún hay cosas que no mejoran y que no son solo un problema europeo sino que global. En lo que no se está haciendo lo suficiente o no se hace casi nada, es con el problema del cambio climático”, explicó.
¿Cuál es la situación chilena en ese aspecto?
Aunque no conozco mucho la realidad de otros países de Latinoamérica, en Chile me parece que hay mucho camino que recorrer. Hay una voluntad en el ambiente científico y ahora hay que ver si también esa voluntad está en el mundo político, porque el reglamento existe, pero hay que aplicarlo desde un punto de vista político.
Usted, junto a otros destacados científicos, participó en la fundación del Centro Eula ¿cómo lo ve hoy a más de tres décadas de su creación?
El crecimiento en todo este tiempo ha sido enorme. Recuerdo que los primeros años del Eula existía una situación medioambiental en Chile bastante descontrolada. Aunque en ese sentido el cambio ha sido enorme, aún debemos hacer otros mejoras importantes. En los primeros años -hablo de finales de los ochenta y principio de los noventa- no había ningún control y la industria tenía la posibilidad de contaminar sin problemas. Eso hoy obviamente ha cambiado.
¿Cómo ve el rol que durante este tiempo ha jugado el Centro Eula para el país?
El Eula representa una realidad en Chile muy importante, porque es una estructura que tiene capacidad, conocimiento y personas muy competentes (…) Ha madurado desde que era una organización que necesitaba aprender y crecer. Ahora, las personas que lo componen han ganado durante este tiempo un prestigio y reconocimiento a nivel nacional.
¿Cómo recuerda esos esfuerzos por crearlo?
Fue una experiencia maravillosa. Una de las labores más motivantes de mi carrera científica, porque era un contexto donde no había casi nada. Fue también muy interesante porque en ese entonces Chile tenía una cultura básica buena, pero en el ámbito del medio ambiente eso no existía. Había buenos químicos, buenos bioquímicos o buenos ingenieros, pero no sabían nada de los detalles de la ciencia del medio ambiente. Entonces empezar a construir algo fue simplemente emocionante. También lo fue trabajar con muchos jóvenes profesionales que estaban ineteresados en el medio ambiente.
Muchos de esos jóvenes hoy son profesionales o investigadores del Centro Eula.
Eso es parte del gran resultado que se ha logrado en estos treinta años.
RELACIÓN CIENCIA – COMUNIDAD
¿Para dónde debe ir hoy el Centro Eula?
El camino que está siguiendo hoy el Eula es positivo y debería continuar en ese sentido. Profundizar en las relaciones internacionales e insistir con mayor fuerza en las decisiones políticas asociadas al medio ambiente, porque hoy ese es un gran problema de este país. El Eula tiene ese conocimiento y experiencia necesarios para dar consejos y proponer iniciativas o énfasis para la protección del medio ambiente.
Este país también ha cambiado mucho en lo social los últimos años y el Centro Eula debe adaptarse a eso.
Sobre todo en la forma de comunicarse. Esto es un aspecto importante porque para tener una influencia a nivel político también se necesita informar a la población, a la gente, tener una base de opinión pública (…) La relación entre la ciencia y el público siempre ha sido un poco difícil, porque para tener una influencia importante en la opinión pública se necesita estar ahí y transferir el conocimiento bien, ya que eso va a determinar también una influencia política.
¿Entonces en la vinculación con el medio está la clave de este desarrollo?
Continuar en esta dirección porque es la correcta, profundizando y conociendo los problemas, y sobre todo hoy necesitamos profundizar la relación entre ciencia, economía, política y la gente. Hay que tener en cuenta todos estos factores, sobre todo la ciencia aplicada, que tiene un objetivo preciso como la protección del medio ambiente y para eso también necesita esta interacción.